sábado, 10 de julio de 2010

MATERNIDAD


Vientre desarmado
en pétalos de rosa
y un capullo naciente
en un nuevo amanecer.
Amor que se ofrece
desde las entrañas
Dádiva que se prodiga
proliferando la especie
y perfeccionando su andar
Brazos que mecen al niño
que renueva la esperanza
de un nuevo camino a transitar
Senos que se preparan a amamantar
Y un grito se estrella en las paredes
de un nuevo integrante
de la humanidad
Rueda que gira
y repite la historia
que deja huellas
de un sendero al más allá
donde se esconde
el secreto tesoro
de la inmortalidad



EL ECO DE LA VIDA


Soy tierra que pisas firme
y me hieres con la basura
que en mí entierras

Soy aire que da vida
y me inundas con gases
que me ahogan

Soy árbol que oxigena
tus pulmones
y me arrancas
para colocar tu fábrica

Soy agua que calma tu sed
y me contaminas
con los desechos de tu industria

Soy la voz de tu planeta,
del hábitat en el que te encuentras
y me pierdo en el desierto
de tu ignorancia y tu desprecio

Soy el grito que clama por tu vida
y te ruega
que no la conduzcas a la ruina

Soy el futuro amenazado
por el avance tecnológico
que la naturaleza
no ha respetado

Soy tu presente y tu pasado
porque si persistes en destruir
lo que generosamente
la mano de Dios te ha brindado
tu futuro tiene los días contados



PADRE


Padre es la mirada
que ordena,
la palabra que calma,
la sonrisa que alegra.

La huella del camino,
la voz que se escucha,
el hombro que apoya,
la fuerza que sostiene


La búsqueda de protección,
el nido que acoge,
el límite que educa,
la voz que acaricia.

El apoyo incondicional,
el refugio seguro,
la mano siempre extendida,
la huella de una vida.

Padre es la guía constante,
la mirada firme,
la sonrisa tierna,
el consejo justo,
el afecto sincero.



DEBIDAMENTE FALLECIDO


Me detuve a recordar
los hermosos años
contigo compartidos
Y sentí que aún no estabas
debidamente fallecido

Recordé tu mirada en la mía,
los lugares recorridos
y pensé que aún no estabas
debidamente fallecido.

Un mar de lágrimas
inundó mi rostro en tu ausencia
y pese a que te habías ido
para mí no estabas
debidamente fallecido

Supe que con otra
me engañabas
Pensé en lo que podría haber sido.....
Y no estabas
debidamente fallecido

Hoy, que miro hacia el futuro
y busco en el amor
mi remanso y calma
Veo que de mi corazón has huído
y te considero
debidamente fallecido.



MADRE


Estrella que ilumina un camino
Rosa que perfuma la mañana
Palabra dulce que consuela al afligido
Mano que se extiende desinteresada
Dedicación que vela mi sueño
Corazón que se ofrece sin reservas
Sonrisa que brinda fortaleza
Sabiduría que se expresa con humildad
Dolor que se tolera sin lamentos
Todo esto y mucho más
encerrado en cinco letras:
¡Madre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario